lunes, 7 de febrero de 2011

Energía Eléctrica Sucia

“Energía Eléctrica Sucia y Contaminación Electromagnética”
Por Ing. Marco A. Chen

El ambiente natural

El planeta Tierra posee dos polos magnéticos, Norte y Sur, y existe un campo magnético entre éstos.  Las líneas de flujo de este campo magnético rodean todo el planeta y su magnitud puede ser medida o su existencia y polaridad comprobada mediante una brújula.  Las nubes que se saturan de cargas eléctricas debido a la fricción de los aires ascendentes y descendentes con las gotas de agua, mantienen un campo eléctrico de magnitud variable entre la base de la nube y la superficie de la tierra.  Los vientos solares, responsables en gran parte de los fenómenos climatológicos atmosféricos no son más que plasma o energía electromagnética que envuelve completamente a la Tierra.  

En resumidas cuentas, los habitantes de la Tierra hemos estado y estamos continuamente sujetos a las influencias de campo magnético, campo eléctrico y campo electromagnético.  Y para complicar la situación, el propio cuerpo humano es para propósitos prácticos un conductor eléctrico, dado que está constituido mayormente de electrolitos, o sea agua, metales y sales.  Cualquier movimiento del cuerpo humano dentro del campo induce corrientes eléctricas en el cuerpo, las cuales pueden afectar o no la salud.  Se ha reportado en la literatura médica que personas que se han expuesto a máquinas de imagen por resonancia magnética, se les ha inducido dolores de cabeza y discapacidad cognitiva en proporción al movimiento corporal no controlado durante la exposición al campo.  Esta afectación se debe a las corrientes eléctricas inducidas dentro del cerebro por el movimiento del cuerpo.

Diariamente somos irradiados por el sol con energía electromagnética en toda la gama de frecuencias, mayormente invisibles.  Examinemos la luz visible, que es la más conocida.  Es sabido que afecta los niveles hormonales, incluyendo cortisol y melatonina   La falta de melatonina se ha vinculado con el cáncer de pecho en las mujeres.  La falta de luz en algunos países templados causa el desorden estacional afectivo (SAD), incrementándose la depresión y de fatiga durante el invierno.  El tratamiento consiste en exposición a ciertas longitudes de onda en el extremo azul del espectro de luz.  Pero además estamos expuestos también a radiación en otras frecuencias como son la infrarroja y la ultravioleta, esta última sin duda alguna promotora del cáncer de la piel.

Efectos iniciales de la tecnología

Como ven, vivimos en un ambiente eléctrico, magnético y electromagnético natural, a lo cual el ser humano ha estado y sigue estando perfectamente habituado.  Todo esto cambió con la introducción de la tecnología.  En la primera mitad del siglo pasado, el “Mal de Ondas de Radio”, fue la primera enfermedad detectada y comprobada, que era producida por las ondas de radio.  Este mal ocupacional afectaba exclusivamente a los trabajadores de ferrocarril y a los telegrafistas.  Entre los síntomas sufridos por estos trabajadores, vinculados directamente con las ondas de radio, se reportaron dolores de cabeza, mareos, nausea, dificultad para concentrarse, pérdida de memoria, irritabilidad, depresión, ansiedad, insomnia, fatiga, debilidad, temblores, espasmos musculares, reflejos alterados, insensibilidad, dolores musculares y articulares, dolores en pierna o pie, fiebre y síntomas de influenza.  Las reacciones más severas fueron convulsiones, parálisis, psicosis y paro cardíaco.  También se reportó palpitaciones, arritmias, dolor en el pecho, presión baja o alta, palpitaciones lentas o rápidas y falta de aire.  Otros síntomas reportados fueron sinusitis, bronquitis, neumonía y asma, dolor, presión o ardor en los ojos, visión deteriorada y catarata.  Otras reacciones fueron: picazón, urticaria, y enrojecimiento de la cara.  Además: problemas digestivos, dolores abdominales, engrandecimiento de la tiroides, dolores testiculares o de los ovarios, resequedad de labios, lengua, boca y ojos, mucha sed, deshidratación, sangrado de nariz, sangrado interno, metabolismo del azúcar alterado, anormalidades inmunológicas, pérdida del cabello, dolores en los dientes, sentido alterado del olfato, y campanitas en los oídos.

Nunca va a haber suficiente investigación médica para conseguir la credibilidad, dado que en la práctica cada investigador desea vincular agentes o factores específicos con una enfermedad específica.  Nunca se ha visto un ataque masivo que afecta todo el sistema inmunológico, tal como el que produce la radiación electromagnética y en la era actual, la energía eléctrica sucia.

La Energía Eléctrica Sucia

La energía eléctrica sucia se inicia en 1970 y ha aumentado con la diseminación y el uso de la electricidad, los equipos eléctricos y los aparatos electrónicos.  Los mayores responsables de la energía sucia son los propios equipos de los usuarios entre los que se encuentran computadoras, televisores, lámparas fluorescentes, halógenos de bajo voltaje, y más recientemente los bombillos fluorescentes compacto, al igual que toda clase de aparatos electrónicos, especialmente los de alta eficiencia energética.

La energía eléctrica sucia produce distorsiones a la onda sinusoidal que caracteriza tanto al voltaje como a la corriente eléctrica de 60 ciclos (hertz).  Una de esas distorsiones son los conocidos harmónicos de voltaje mientras que otras distorsiones son “picos” o transitorios de voltaje.  Por ejemplo, en el proceso de ahorrar energía, muchos equipos distorsionan la onda sinusoidal decenas de miles de veces por segundo, produciendo igual número de transitorios.  Las fuentes de poder en su modo de switching producen varias decenas de miles de transitorios por segundo.  Estos transitorios son micro-impulsos de energía electromagnética de muy alta frecuencia, que pueden ser –y en efecto son- irradiados a través de los alambrados expuestos tales como cordones y extensiones eléctricas en la forma de peligrosas ondas de radio, dado que algunas están en las frecuencias de megahertz y de microondas.

Las ondas radiadas son captadas por otros cordones y extensiones, carcasas metálicas de equipos y electrodomésticos, causando daños a los equipos o envejecimiento prematuro de componentes electrónicos, para posteriormente ser nuevamente radiadas en un proceso de nunca acabar y que contamina todo el ambiente de nuestro hogar, aula, oficina o trabajo.

Estos micro-impulsos de energía electromagnética de radio frecuencia pueden contener hasta 2,500 veces más energía que el propio sistema eléctrico convencional.  Esta energía a una frecuencia mínima de 1.7 kilohertz, se acopla capacitivamente con el cuerpo humano en las inmediaciones, es capaz de penetrar el cuerpo humano y puede causar daños de consideración.

El aumento de la radiación electromagnética a su vez ha influido en la intensidad del campo eléctrico que nos rodea.  Por ejemplo en el campo a nivel del mar puede medirse entre 40 y 100 Voltios/metro, mientras que en algunas ciudades y en las montañas altas, el campo eléctrico puede estar en el orden de 100 a 400 Voltios/metro.
Lastimosamente, los niveles máximos de susceptibilidad humana parecen estar por debajo de estas intensidades.  Una investigación en la empresa Ontario Hydro Electric demostró que la exposición a campo eléctrico por encima de 10 y de 40 Volts/metro derivó durante un período de varios años, en el aumento de muertes por Linfoma del tipo non-Hodgkin´s.

Algunos estudios científicos

Lo preocupante es que la comunidad médica no considera la polución eléctrica en la etiología de las enfermedades.  Se requiere un reconocimiento que la exposición a campos electromagnéticos (EMF) constituye posible causa de enfermedades y a partir de ahí realizar investigaciones mediante equipos multidisciplinarios.  Aún con este impedimento existe un número inmenso de publicaciones de estudios ya realizados.

Rusia es el país que ha realizado más investigación sobre los efectos en la salud por exposición a EMF, y llevan décadas reportando que los campos eléctricos causan presión alta, efectos de estresamiento crónico, disfunción del sistema inmunológico, cambios en las cuentas de glóbulos rojos, aumento del metabolismo, desórdenes de fatiga crónica y dolores de cabeza.

Luego de un estudio sobre los efectos de los campos eléctricos derivados de líneas eléctricas aéreas, contratado por el gobierno de Suecia, Suecia clasificó los campos electromagnéticos EMF como carcinógenos Clase 2, igual que el tabaco.  Este estudio, que involucró 500,000 personas durante un período de 25 años, encontró evidencia abrumadora que los campos eléctricos generaron cáncer a una tasa 4 veces superior en niños y 3 veces superior en adultos.

En marzo de 1990, la Environmental Protection Agency (EPA) de EUA en un “Draft Report” recomendó clasificar el EMF como un carcinógeno Clase B, como probable carcinógeno humano, conjuntamente con formaldehído, DDT, dioxinas y el PCB.   De esta manera han aceptado la abrumadora evidencia de los estudios hasta entonces realizados.  EPA advierte que hay razón para preocuparse y recomienda prudencia.

Estudios publicados por el School of Public Health, State University of New York, sugieren que al menos el 30% del cáncer en los niños proviene de exposición a campos electromagnéticos.  Según los estudios, el EMF suprime en el cuerpo humano los procesos continuos de defensa natural que previenen el crecimiento de tumores.  En los varones, el EMF reduce la testosterona; este bajón se ha vinculado al cáncer testicular y de próstata.

Investigaciones del NIEHS National Institute of Environmental Health Sciences financiados por el Congreso de los EUA bajo el programa EMF RAPID reportaron que las frecuencias extremadamente bajas (ELF) de EMF son posibles carcinógenos al ser humano.  Los estudios de la Organización Mundial de la Salud llegaron a la misma conclusión.  Ambos estudios sugieren que el causante es el campo eléctrico, no así el campo magnético.

La Fundación Nacional para la Medicina Alternativa, con sede en Washington, D.C., en su publicación “The Health Effects of Electrical Pollution” proclama la necesidad de intensificar las investigaciones, con base a la consistencia de todos los estudios anteriores que vinculan el EMF con la afectación negativa al sistema inmunológico del cuerpo humano.  Hay enfermedades que no existían antes de la era tecnológica y que se han vinculado a la exposición al EMF.  Para listar algunas: Síndrome de fatiga crónica, Dolor crónico o fibromialgia.  La era tecnológica también ha repuntado otras enfermedades tales como asma, autismo, diabetes, desórdenes por déficit atencional ADD/ADHD, y problemas fisiológicos y de comportamiento en niños.  Otros estudios han vinculado el EMF con una mayor incidencia de cáncer de pecho en las mujeres.  Estudios de exposición a radiación de alta energía, y de exposición de radiación intensa de baja energía han vinculado dicha exposición con leucemia. 

En 2002 tres científicos del Departamento de Servicios de Salud del Estado de California, revisaron todos los estudios publicados sobre posibles problemas de salud debido a campos eléctricos y magnéticos (no se incluyeron los de teléfonos celulares ni torres radiantes).  A partir de esta revisión, los tres científicos tienden a creer que la exposición a campo electromagnético (EMF) incrementa el riesgo de leucemia infantil, cáncer cerebral del adulto, la Enfermedad Lou Gehrings, y malparto.  Concluyeron que el EMF no aumenta el riesgo de defectos de nacimiento ni bajo peso neonatal, no es un cancerígeno universal, no aumenta el riesgo de cáncer de pecho, enfermedad del corazón, Enfermedad de Alzheimer, y depresión.

En 2004 la Academia Americana de Medicina Ambiental, en la publicación resultado de su 39 reunión anual en Milton Head Island, Carolina del Sur, se incluye el informe del ingeniero electrónico Lloyd Morgan, Director del Registro Central de tumor Cerebral de los EUA.  El aumento de muchas enfermedades en la última década ha sido en proporciones epidémicas.  La diabetes se ha incrementado en 61% entre 1991 y 2004.  El asma ha aumentado en 209% entre 1980 y 1996.  Según este informe, el EPRI Electric Power Research Institute ha concluido que hay sin lugar a dudas un vínculo entre tumor cerebral y exposición a campos electromagnéticos EMF.  22 de 29 estudios mostraron mayor riesgo de tumor cerebral debido a la exposición a EMF.  Uno de los estudios vinculó la leucemia con la exposición a campo eléctrico.

En 2006, la Organización Mundial de la Salud (WHO) ha reconocido la condición de sensitividad electromagnética, que sugiere que algunas respuestas fisiológicas en individuos tienden a salirse de los rangos normales, por lo que ha desarrollado una agenda de investigación de campos de radio frecuencia.  Cada individuo puede tener sensitividad a una longitud de onda específica.

En publicaciones médicas recientes, la Dra. Magda Havas, del Departamento de Estudios Ambientales de la Universidad de Trent, Peterborough, Ontario, Canada,  sugiere vínculos entre la exposición a radiación electromagnética y la fibromialgia.  Este padecimiento va en crescendo, en forma sospechosamente paralela al desarrollo tecnológico del siglo XX.  Estos vínculos también se han demostrado con enfermedades tales como la diabetes, esclerosis múltiple, desórdenes de déficil atencional, depresión y fatiga crónica, y desórdenes del sueño.

Soluciones encontradas

Difundir el conocimiento que la exposición a los campos electromagnéticos afecta la salud humana.  Que algunas enfermedades modernas son el resultado del desarrollo tecnológico.  Que a mayor exposición a la radiación EMF, la sensibilidad del cuerpo humano aumenta, por lo que cada vez los síntomas se dan con mayor frecuencia y más fuertes. 

Instalar filtros en las salidas eléctricas para remover la contaminación de alta frecuencia de las líneas eléctricas.  En varias escuelas en Canadá, el uso de filtros Graham-Stetzer resultó en una mejoría reportada de síntomas en casi el 80% de los niños enfermos de asma, diabetes, esclerosis múltiple, o con problemas de comportamiento.

Mantener balanceada la corriente en las líneas de distribución o de transmisión.  Estas líneas tienen un componente de campo eléctrico y otro componente de campo magnético.  Las corrientes eléctricas no balanceadas producen campos magnéticos que decaen a razón del inverso de la distancia de las líneas.  Las corrientes eléctricas balanceadas producen campos magnéticos que decaen a razón del inverso del cuadrado de la distancia de las líneas.  Sembrar árboles entre las líneas y las casas, para mitigar los campos magnéticos.

Limitar la exposición a la radiación que proviene de los televisores, monitores o terminales de video y similares, los cuales producen radiación en la forma de campos eléctricos y campos magnéticos.  Descontinuar el uso de equipos  fabricados antes de 1990, que no cumplan con los niveles de radiación máximos recomendados por las normas sueca MPR2, la IEEE P1140, y otras normas IEC de compatibilidad electromagnética. 

Utilizar alternativas no inalámbricas al uso prolongado de aparatos electrónicos y alta tecnología, por ejemplo teléfonos inalámbricos, teléfonos celulares, redes inalámbricas de data, Internet, o WiFi, computadoras laptop, y similares.  Eliminar o minimizar el uso de cordones y extensiones eléctricas, utilizar sólo conductores eléctricos y cables telefónicos blindados o instalados en tubería metálica.   Mejorar el sistema de puesta a tierra eléctrico.

Mantener el ambiente residencial, escolar y de trabajo lo menos cargado de EMF y de campo eléctrico, con el fin de evitar llegar a los niveles en que se dispara la susceptibilidad del cuerpo humano a esta exposición.  Las personas altamente susceptibles deben reconocer que lo son.  Deben saber que no existe una cura y que al reducir la radiación no se da una eliminación total de los síntomas.  Esto lo concluirán luego de visitar sin resultado alguno a cientos de médicos, realizar cientos de laboratorios médicos, recibir toneladas de fármacos y múltiples tratamientos.  Lo cierto es que las personas afectadas no consiguen aliviarse con los expertos en medicina tanto occidental como oriental.  Son estas personas las que demandan alivio inmediato.  En la Internet estas personas han reportado migraña, espasmos intestinales, fibromialgia, problemas respiratorios, dolores de los huesos, diabetes, cáncer, y otros. 

En casos extremos, mudarse permanentemente a lugares remotos donde exista menor uso de la electricidad y de la tecnología y por tanto sea mínima la energía eléctrica sucia y la contaminación electromagnética.











1 comentario:

  1. Comparto este link, que ayuda a complementar la interesante información del blog para crear conciencia de este nuevo flagelo
    Va el link
    http://knol.google.com/k/alejandro-melo-florián/contaminación-electromagnética/3sktw3ldc86j2/57
    Saludos,
    Alejandro Melo Florián MD
    Bogotá D.C., Colombia

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